jueves, 25 de noviembre de 2010

DECLARACION DE LOS DERECHOS DEL NIÑO EN EL DEPORTE.


Esta Declaración surge en una primera instancia en 1986, luego que un grupo de expertos compuesto por entrenadores y especialistas en la práctica deportiva durante la infancia recibió el encargo de elaborar unas orientaciones destinadas a las personas que trabajan con niños entre seis y trece años.

El propósito de su reflexión era señalar los riesgos fisiológicos y psicológicos propios de la práctica deportiva organizada.

Finalmente esta Declaración surgió en 1988 y consta de 11 apartados, los cuales son analizados a continuación.

1. El derecho a practicar deportes.

Ningún club debería cerrar sus puertas a un niño que quiera practicar deportes, independientemente de su talento o de que posea un físico idóneo para ello. Corresponde al club y al entrenador ofrecer un nivel de actividades a la medida de las posibilidades del muchacho. No olvidemos que para reducir la violencia en el deporte conviene promover el juego limpio, un comportamiento que justamente se aprende desde la infancia.

2. El derecho a divertirse y a jugar como un niño.

Este punto hace hincapié en el hecho de que los niños de 7 u 8 años tienen una forma diferente de percibir el juego y la diversión que los de 12 o 13 años. Los más pequeños buscan ante todo el descubrimiento : quieren cambiar de actividad, inventar reglas, etc. Los preadolescentes, en cambio, sienten curiosidad por aprender y exigen competencia por parte del entrenador : quieren que sea capaz de enseñarles las técnicas eficaces. Así pues, para los primeros el entrenamiento se organiza de forma lúdica, variada y espontánea. También para los segundos es importante el aspecto lúdico y variado del entrenamiento, que sin embargo debe estar más centrado en el aprendizaje de la habilidad deportiva.

3. El derecho a disfrutar de un ambiente sano.

Sería irreconocible no hablar aquí de dopaje. se conocen casos, afortunadamente pocos, de bebés campeones, de la gimnasia artística que han recurrido a productos diuréticos para perder peso. Más inquietantes todavía son los datos que figuran en un estudio publicado por el Centro Canadiense sobre dopaje deportivo, según los cuales 83.000 jóvenes de 11 a 18 años habían utilizado esteroides anabolizantes en el transcurso del año anterior a la encuesta. Aun cuando el dopaje antes de los 14 o 15 años sigue siendo un problema marginal, no debemos subestimar su importancia.

En el caso del dopaje, el silencio puede ser fuente de malentendidos. El entrenador debe tomar partido y oponerse firmemente a esta práctica, explicando a los jóvenes las razones éticas, médicas y también psicológicas de su oposición.

4. El derecho a recibir un trato digno.

Esto significa ante todo considerar al niño como " digno de relación ". Ciertos datos reunidos en Alemania indican que sólo el 33 % de los niños deportistas consideran que es posible dialogar con sus entrenadores. Este punto de la declaración guarda relación también con ciertas desviaciones escandalosas e incluso dolorosas para quienes sienten amor por el deporte y desean promoverlo. Me refiero a las situaciones en que se considera a los niños como fuente de ingresos o como mano de obra : los niños de cinco a diez años de Indonesia o de Pakistán, comprados cuando no secuestrados para montar en las carreras de camellos organizadas en la región del golfo Pérsico; los traspasos de muchachos futbolistas de once a trece años de América Latina a Europa, etc.

5. El derecho a recibir un entrenamiento y a estar rodeados por personas competentes.

Se trata en este caso de insistir en una formación de calidad para los entrenadores en los ámbitos de la fisiología, la psicología y la pedagogía. Es preciso, por lo tanto, que los entrenadores más competentes se ocupen de los más pequeños, ya que los comienzos en el deporte son muy importantes, por no decir decisivos, para el futuro.

6. El derecho a que los entrenamientos se adapten a los ritmos individuales.

Este punto hace alusión, por un lado, al respeto por las grandes etapas del desarrollo, y por otro, a la consideración que merece el ritmo del desarrollo individual. El conocimiento de los estadios del desarrollo, el fomento del carácter multidisciplinario del deporte y la organización de competiciones según modalidades diferentes de las utilizadas para los adolescentes y los adultos son algunas de las medidas que se pueden tomar para reducir los errores derivados de un enfoque incorrecto del factor edad.

7. El derecho a competir con jóvenes que tengan las mismas probabilidades de éxito.

Con excesiva frecuencia los niños se ven en la situación de tener que competir con adversarios claramente superiores o netamente inferiores. En el deporte, las experiencias de victoria y de derrota son ocasiones sumamente útiles para desarrollar la autoestima y el respeto por el otro. Resulta evidente en cambio el carácter escasamente educativo de las situaciones que favorecen el sentimiento de impotencia vinculado a la experiencia de perder una y otra vez, o el sentimiento de omnipotencia derivado de la experiencia de ganar sistemáticamente.

8. El derecho a participar en competiciones adaptadas.

El espíritu de competición está presente en el desarrollo del niño desde la temprana edad de tres años; está muy presente hacia los 7 u 8 años, cuando el niño descubre la pertenencia a un grupo, la colaboración y la cooperación, y finalmente se integra y asimila correctamente a la edad de 12 o 13 años, cuando el niño es capaz de distinguirlo de las experiencias de humillación. No se trata por lo tanto de estar a favor o en contra de la competición, sino de organizarla adecuadamente. Por ejemplo, las competiciones organizadas en un solo día se adaptan mucho mejor a las exigencias de los más pequeños que los campeonatos que se prolongan durante varios meses.

9. El derecho a practicar su deporte en condiciones de total seguridad.

Hay que adaptar las infraestructuras, los campos de juego y la duración de las prácticas a las realidades físicas y psíquicas del niño. Aumenta así la sensación de seguridad del niño, que de esta forma puede dominar el espacio.

10. El derecho a disponer de tiempos de descanso.

Con excesiva frecuencia, sobre todo en el marco del entrenamiento intensivo precoz, observamos que las vacaciones escolares se aprovechan para celebrar cursillos de entrenamiento. El descanso es importante para el niño que estudia y es indispensable para el que combina los estudios con el deporte. Hay que destacar además que los niños rara vez dicen estar cansados, por lo que corresponde al adulto instarlos a descansar.

11. El derecho a no ser un campeón.

Pero también el derecho a llegar a serlo. Si así lo desea y tiene el talento necesario, a partir de cierta edad - por lo general después de los 15 o 16 años - el joven deportista podrá intensificar la práctica deportiva o por el contrario seguir practicando su deporte por el placer que le reporta y por la satisfacción de estar con los demás. En los dos casos, conservará un excelente recuerdo del deporte que practicó cuando era niño.


MaTeriaL rescaTado de: orientaciónandjar.


lunes, 22 de noviembre de 2010

DEL PORQUE DE LA EDUCACIÓN FÍSICA


FUNDAMENTOS

¿A QUÉ EDAD SE DEBE COMENZAR LA ACTIVIDAD FÍSICA?

Ø Desde que somos pequeños, empezamos a realizar actividades físicas. A medida que el cuerpo se va desarrollando, va incrementando la capacidad de realizar ciertas actividades. Prácticamente desde el niño más pequeño hasta el mas adulto pueden realizar actividades físicas, tomando en cuenta que a medida que crecemos y nos desarrollamos nuestro organismo cambia y por ende nuestra capacida también.

Ø Podemos para los niños relacionar la actividad física con el juego. Los juegos infantiles de educación física, en su diferente intensidad y características especiales, constituyen eslabones que conducen al muchacho, en el camino de su formación general, hacia la práctica de los deportes (por eso se les llama "predeportivos"). Esta tarea ha de lograrse en progresión pura hasta el deporte. Han de conducir a la juventud por su camino, si se aplica con éxito, en condiciones de servir a la Sociedad.

Ø Los juegos son uno de los medios empleados por la educación física que resulta imprescindible en edades hasta de catorce años y siempre buen complemento para las demás edades, incluso para los adultos, por colaborar, y hasta la edad de siete años casi suplir, a la obra de gimnasia educativa. Desenvuelven facultades y recrean el espíritu, al tiempo que proporcionan las ventajas del ejercicio físico sin el importante gasto de energías que la práctica de los deportes supone, y sin exigir tampoco la formación psicofísica obligada para aquellos.

¿A QUÉ EDAD SE DEBE COMENZAR LA ACTIVIDAD FÍSICA?

Ø Desde que somos pequeños, empezamos a realizar actividades físicas. A medida que el cuerpo se va desarrollando, va incrementando la capacidad de realizar ciertas actividades. Prácticamente desde el niño más pequeño hasta el mas adulto pueden realizar actividades físicas, tomando en cuenta que a medida que crecemos y nos desarrollamos nuestro organismo cambia y por ende nuestra capacida también.

Ø Podemos para los niños relacionar la actividad física con el juego. Los juegos infantiles de educación física, en su diferente intensidad y características especiales, constituyen eslabones que conducen al muchacho, en el camino de su formación general, hacia la práctica de los deportes (por eso se les llama "predeportivos"). Esta tarea ha de lograrse en progresión pura hasta el deporte. Han de conducir a la juventud por su camino, si se aplica con éxito, en condiciones de servir a la Sociedad.

Ø Los juegos son uno de los medios empleados por la educación física que resulta imprescindible en edades hasta de catorce años y siempre buen complemento para las demás edades, incluso para los adultos, por colaborar, y hasta la edad de siete años casi suplir, a la obra de gimnasia educativa. Desenvuelven facultades y recrean el espíritu, al tiempo que proporcionan las ventajas del ejercicio físico sin el importante gasto de energías que la práctica de los deportes supone, y sin exigir tampoco la formación psicofísica obligada para aquellos.

¿POR QUÉ INTRODUCIR LA ED. FÍSICA EN LOS PROGRAMAS ESCOLARES?

Ø Para contribuir a que el niño logre un estado de equilibrio y armonía entre sus movimientos y su cuerpo.

Ø Determine su identidad corporal y se forme una imagen de sí mismo direccionada.

Ø Contribuye a la manifestación del niño como sujeto social, favoreciendo la comunicación y relación con sus pares a través del trabajo en equipo y la conformación de grupos.

SALUD

UNA EDUCACIÓN FÍSICA DE ALTA CALIDAD:

Ø Es el medio más eficaz e integrador para transmitir a todos los niños las habilidades, modelos de pensamiento, valores, conocimientos y comprensión necesarios para que practiquen actividades físicas y deporte a lo largo de su vida.

Ø Contribuye a un desarrollo integral y completo tanto físico como mental.

Ø Es la única asignatura escolar que tiene por objeto el cuerpo, la actividad, el desarrollo físico y la salud.

Ø Ayuda a los niños a familiarizarse con las actividades corporales y les permite desarrollar ante ellas el interés necesario para cuidar su salud, algo que es fundamental para llevar una vida sana en la edad adulta, al mismo tiempo que comprenden la importancia que la realización de ejercicio físico tiene como prevención del desarrollo de algunas enfermedades.

Ø Ayuda a los niños a respetar su cuerpo y el de los demás;

Ø Contribuye a fortalecer en los niños la autoestima y el respeto por sí mismos;

Ø Desarrolla en los niños la conciencia social al prepararlos en situaciones de competición para enfrentarse a victorias y derrotas, así como para la colaboración y el espíritu de compañerismo;

Ø Proporciona habilidades y conocimientos que podrán utilizarse más adelante en la vida laboral dentro del campo de los deportes, las actividades físicas, de recuperación y tiempo libre que están cada vez más en auge.

"La Educación Física es el medio más apropiado para estar en forma y desarrollar las capacidades motrices. Además, permite a los jóvenes tomar responsabilidades y desarrollar el interés por la propia actividad corporal y una vida activa".

BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD:

ü Una vida activa en la infancia afecta directamente y de manera positiva a la salud en la edad adulta. (S. Blair, 1999)

ü Debido a la enorme influencia que ha adquirido en prácticamente todas las culturas el moderno desarrollo tecnológico (por ejemplo a través de coches, ascensores, ordenadores, televisión), la actividad física se ha reducido tanto en niños como adultos. En algunas culturas la inactividad y el sobrepeso que de ella se derivan han alcanzado proporciones casi críticas. (C. Koop, 1999)

ü Varios estudios científicos recientes demuestran que mantenerse en forma desde la infancia puede contribuir a una vida más larga y sana en mayor medida que cualquier otro factor (incluido el tabaco). Una actividad mesurada, pero regular, reduce el riesgo de hipertensión coronaria, enfermedades del corazón, cáncer de colon y depresiones. (C. Koop, 1999)

ü La reducción de la actividad física puede aumentar la aparición de enfermedades crónicas, ya sea indirectamente mediante el aumento excesivo de peso, o directamente como factor de riesgo independiente. (O. Bar Or, 1994)

ü La fuerza de los músculos y los huesos y la flexibilidad de las articulaciones son muy importantes para la coordinación motriz, el equilibrio y la movilidad necesarias para desarrollar tareas cotidianas. Todos estos factores disminuyen al aumentar la edad, debido en parte a la gradual disminución de la actividad física. (Foro mundial, Quebec, 1995).

ü Además del papel que puede desempeñar la actividad física en la prevención de las enfermedades físicas (enfermedades de los vasos coronarios, diabetes, cáncer de colon, obesidad y osteoporosis) y las enfermedades mentales (depresiones y estrés), la actividad física, los juegos y deportes, también pueden enriquecer considerablemente la vida social y el desarrollo de las capacidades sociales. (Foro mundial, Quebec, 1995)

ü Está demostrado que en el niño la actividad tiene efectos positivos contra los miedos y depresiones, y favorecer la autoestima y el desarrollo de algunas capacidades (S. Biddle, 1995)

ü Además del papel que puede desempeñar la actividad física en la prevención de las enfermedades físicas (enfermedades de los vasos coronarios, diabetes, cáncer de colon, obesidad y osteoporosis) y las enfermedades mentales (depresiones y estrés), la actividad física, los juegos y deportes, también pueden enriquecer considerablemente la vida social y el desarrollo de las capacidades sociales. (Foro mundial, Quebec, 1995)

ü Está demostrado que en el niño la actividad tiene efectos positivos contra los miedos y depresiones, y favorecer la autoestima y el desarrollo de algunas capacidades (S. Biddle, 1995)